El Ermitaño
En numerología, es el número 9, que encarna en sí mismo la perfección y lo espiritual. Es la culminación y la realización de los proyectos. Marca el final de un ciclo. El Ermitaño es el eterno aprendiz con un deseo desbordado de saber siempre más.
En posición normal:
Es la carta de la introspección y de la soledad. Época de moderación y cordura, la discreción es la mejor consejera y está presente en cada una de las acciones del consultante. Persona prudente se acerca para colaborar. Es el momento de encontrarse a sí mismo y de conocerse interiormente.
En salud no hay novedades, todo se mantiene estable, tanto la buena como la mala salud, si la hubiese.
En cuestiones laborales, aparecen buenas oportunidades para iniciar un negocio de forma autónoma.
En cuestiones afectivas, expresa que es momento de mantenerse sin pareja, de mejorar la autoestima para estar mejor preparado para formar una pareja en el futuro.
En posición invertida:
Época de desatinos y acciones delirantes. Las personas que se consideraban prudentes, se vuelven necias y autoritarias. Estado fuera de sí mismo, descontrol, imprudencia.
En cuestiones de salud, pueden aparecer malestares intestinales y estomacales. Cuidado con las comidas.
En el trabajo, negocios que se inician y no llegan a buen puerto, necesidad de ayuda de terceros para pagar deudas.
Si hablamos del amor, la soledad comienza a pesar y hay búsqueda desesperada de pareja, algo que nunca es positivo. Es mejor estar solo que mal acompañado.
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