Significado de las cartas del Tarot
El tarot es una baraja de naipes a menudo utilizada como medio de consulta e interpretación de hechos (presentes, pasados o futuros), sueños, percepciones o estados emocionales que constituye, además, un tipo de cartomancia. Sus orígenes datan al menos del siglo XIV. La técnica se basa en la selección de cartas de una baraja especial, que luego son interpretadas por un lector, según el orden o disposición en que han sido seleccionadas o repartidas. La baraja de tarot está compuesta por 78 cartas, divididas en arcanos mayores los cuales son 22 y menores que son 56. La palabra «arcano» proviene del latín arcanum, que significa ‘misterio’ o ‘secreto’.
En esta nota exlplicaremos primero el significado de los 22 Arcanos Mayores y usaremos para las imágenes el Deck de Rider–Waite. La baraja de tarot Rider-Waite es una baraja muy popular para la lectura de cartas del tarot. También se conoce como la baraja de tarot Waite-Smith, Rider-Waite-Smith, o Rider. Basadas en las instrucciones del académico y místico A. E. Waite e ilustradas por Pamela Colman Smith, ambas miembros de la Orden Hermética de la Golden Dawn, las cartas fueron publicadas originalmente por Rider Company en 1909. La baraja ha sido publicada en numerosas ediciones e inspirada una amplia gama de variantes e imitaciones. Se estima que existen más de 100 millones de copias de la baraja en más de 20 países.
Orígenes del Tarot
A fines del siglo XVIII y comienzos del XIX las cartas del tarot fueron asociadas al misticismo y a la magia. La tradición comenzó en 1781, cuando Antoine Court de Gébelin, un clérigo suizo y francmasón, publicó Le Monde Primitif, un estudio especulativo sobre el simbolismo religioso antiguo y sus remanentes en el mundo moderno. De Gébelin argumentaba que el simbolismo del tarot de Marsella representaba los misterios de Isis y Thoth. Gébelin más tarde afirmó que el nombre “tarot” venía de los vocablos egipcios tar, que significa “real”, y ro, que significa “camino”, y que el tarot representaba, por lo tanto, un “camino real” a la sabiduría.
Gébelin arguyó estos y similares puntos de vista en forma dogmática; no presentó evidencias para sostener sus argumentos. Además, Gébelin escribió antes de que Champollion hubiera descifrado los jeroglíficos egipcios. Los modernos egiptólogos nada encontraron en el lenguaje egipcio que sustentara las fantasiosas etimologías de Gébelin, pero estos descubrimientos llegaron demasiado tarde. Cuando se dispuso de los auténticos textos egipcios, ya estaba firmemente establecida la identificación de las cartas del tarot con el Libro de Thot egipcio en la práctica ocultista.
Aunque las cartas del tarot se usaban para predecir la fortuna en Bolonia, en el siglo XVIII, fueron publicadas originalmente como un método de adivinación por Jean-Baptiste Alliette, también llamado “Etteilla”, un ocultista francés que revirtió las letras de su nombre y trabajó como adivino poco antes de la revolución francesa. Etteilla diseñó el primer mazo de tarot esotérico y añadió atribuciones astrológicas y motivos “egipcios” a varias cartas, alterando muchos de los diseños marselleses y añadiendo significados adivinatorios en el texto de las cartas. Los mazos de Etteilla, aunque ahora eclipsados por los ilustrados de Smith y Waite y el mazo “Thoth” de Aleister Crowley, aún se encuentran disponible.